Este modelo asistencial desbanca a la enfermedad, como elemento principal de la atención, y la sitúa al lado de cada persona, pero nunca sobre ella. La ACP se rige primordialmente por esta premisa , por lo que se confronta con la práctica asistencial tradicional y es en esta clave, en la que los profesionales asistenciales ven peligrados sus esquemas de atención.
La ACP desmonta la estructura actual de proporción de cuidados y hace reflexionar sobre “el cómo hacer” y lo más importante “cómo dejar hacer”.