¿Qué podemos esperar de personas con enfermedades, patologías, que ya han cumplido su ciclo vital?… pues podemos esperar eso, que mueran…. porque España no es país para videos.
Vemos a diario como la televisión nos va cantando las cifras de muertos en nuestro país como si de los números de la primitiva se tratara. Bueno no, lo hacen con empatía, con cuidado, con cautela, nos los dicen con congoja en la voz de muchos presentadores, hasta que como si de un alo de esperanza se tratara, nos dicen que el 70% de ellos son mayores de 80 años… entonces suspiramos, nos relajamos, no hay problema, son mayores. ¿Qué podemos esperar de personas con enfermedades, patologías, que ya han cumplido su ciclo vital?… pues podemos esperar eso, que mueran. Hacemos como si sus vidas valieran menos que las nuestras por el mero hecho de tener más edad que nosotros y disculpen el atrevimiento, pero si las experiencias son riquezas… su vida es de oro y la nuestra de platino. Pero este no es país para viejos.
Hacemos como si sus vidas valieran menos que las nuestras por el mero hecho de tener más edad que nosotros y disculpen el atrevimiento, pero si las experiencias son riquezas… su vida es de oro y la nuestra de platino.
No es cuestión de comparar entre unos y otros, pero es cierto que hay una sensación generalizada de que la vida de una persona de 80 años vale menos que la vida de una de 30 y a las pruebas me remito. Y es que nuestro país no espera viejos.
Empezamos a oír en la televisión como ya es inevitable hacer triajes en Ucis para decidir si colocamos el respirados a una persona de 80 años o a uno de 30. Si bien es cierto que es una decisión que nunca me vería capacitado para tomar, también es cierto que existen manuales de práctica clínica ética donde se muestran las diferentes recomendaciones para la toma de decisiones en la situación excepcional de crisis por pandemia COVID-19 en las unidades UCI, como el editado por SEMICYUC, donde se específica que no hay barreras de edad para el uso de los respiradores en personas mayores.
¡Oye! Y un aplauso mayúsculo a los médicos, enfermeros, TAE, celadores y de más profesionales sanitarios y socio-sanitarios que luchan día a día por la dignidad de nuestros mayores. Su labor no es solo la de luchar contra el COVID-19, sino la de luchar contra una sociedad edadista hasta la médula. Y ese es otro virus diferente, también peligroso y con alta letalidad, el edadismo. Ese virus se aloja en el sistema nervioso central de los recursos socio-sanitarios de nuestro país y por mucho que tengamos trabajadores excelentes que se dejan la piel, el edadismo esta tan internalizado en la cultura asistencial que cuando ha llegado un virus real como el COVID-19 el sistema inmune de las residencias estaba tan débil que se han venido abajo.
Hoy es momento de dar un aplauso a los profesionales que acompañan a la gente que está en su último respiro sujetándoles la mano para que no mueran solos
Porque todos conocemos algunas prácticas en las residencias que en más de un momento nos han puesto frente a la balanza de la justicia ética y está ha terminado inclinándose hacia la decencia dudosa. Pero podemos estar tranquilos, porque estas cosas nunca han pasado en la residencia en la que tú, querido lector, trabajas:
En tu residencia nunca se ha regañado a un mayor por orinarse encima, eso ha pasado en otras….
En tu residencia nunca se han puesto dos pañales a un mayor para que fuera más fácil el cambio, eso ha pasado en otras…
En tu residencia nunca se ha entrado bruscamente en una habitación sin saludar, eso ha pasado en otras….
En tu residencia nunca se ha atado a alguien contra su voluntad, eso ha pasado en otras…
En tu residencia nunca han pedido que les acompañes al baño y les han respondido que “se lo hicieran en el pañal, que para eso lo llevaban, eso ha pasado en otras…
En tu residencia nunca se ha mezclado la medicación machacada con el puré, eso ha pasado en otras…
En tu residencia nunca ha habido tres trabajadores en un baño mientras la persona, desnuda, o si tiene suerte con una toalla puesta está en su momento de ducha intima, eso ha pasado en otras…
La lista es infinita, y algún día dedicaremos un post entero a esas cosas que nunca pasan en tu residencia, que pasan en las de los demás…
Hoy es momento de otra cosa.
Hoy es momento de dar un aplauso a esos trabajadores que se están dejando la piel en las residencias encerrados con turnos de 12 horas para salvarles la vida a nuestros mayores.
Hoy es momento de dar un aplauso a esos directores que se han puesto el pijama de trabajo y se han lanzado al campo de batalla contra el virus y han arrimado el hombro como uno mas
Hoy es momento de dar un aplauso a los profesionales que acompañan a la gente que está en su último respiro sujetándoles la mano para que no mueran solos
Hoy es momento de dar un aplauso a esos fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales, animadores socioculturales, educadores sociales, trabajadores sociales, psicólogos, personal de limpieza, auxiliares, que han dejado sus diferencias disciplinares a un lado por abrazar la profesión de cuidar
¡Ah! Se me olvidaba, hoy también es momento de otra cosa, hoy es momento de dar una bofetada gigantesca a esos gestores, administradores, políticos, y gente de bien que hace unos meses, para proteger sus negocios, decían “Las residencias son el lugar más seguro para nuestros mayores” y hoy lloran, piden ayuda y exigen que no se manche su nombre porque el virus ha dejado sus negocios en entredicho. Queridos míos, vuestros negocios ya estaban en entredicho, vuestros negocios llevan años en la UCI intentando salvarse de las prácticas cuestionables, vuestros negocios se salvaban gracias a los enormes profesionales que tenéis, o que explotáis. Y no os justifiquéis en las ratios, las ratios son un mínimo, tu deber legal es cumplirlo y tu deber moral es superarlo. Y es que en negocios nuestro país si es para viejos
Por favor gestor, administrador o dueño no te tomes este último párrafo en serio, esto no pasa en tu residencia, pasa en otras….
Y antes de que se avecine la lluvia… , se de buena tinta que existen muchas residencias con una altísima calidad asistencial, con gestores excelentes que se preocupan por sus clientes, sus familias y sus trabajadores, lo se… este texto va para aquellos que no lo son, que haberlos haylos , no podemos cerrar los ojos ante la realidad.
