El cuidado de las personas mayores debe estar basado en el derecho de autonomía.
El principal objetivo del modelo de Atención Centrada en la Persona (ACP) es que prevalezca el valor subjetivo de la persona ( su perspectiva) y que no pierda el control de su vida.
Entornos
Por esto, cuando hablamos de ACP, es obligado hablar de los entornos físicos y sociales que como hemos comentado en otros blogs, juegan un papel fundamental en el bienestar e independencia de las personas a las que rodean.
Este modelo apuesta por crear entornos más íntimos. Con un carácter más hogareño donde convivan siempre las mismas 12 o 15 personas , desempeñando actividades significativas y cotidianas. Y posee unas claras directrices para la trasformación de las organizaciones.
Pero, la ACP no solo se da en la transformación física y funcional de los centros, también se da en las relaciones que se establecen entre los profesionales y las personas mayores o con demencia.
Como nos relacionamos
Nuestro estilo de respuesta antes sus demandas, nuestra forma de comunicarnos con ellos, nuestra forma de hablar de ellos, es un indicador de si hemos interiorizado o no la filosofía real de la atención centrada en la persona.
La acp se da también en las relaciones.
En personas con demencia, sobre todo, como aportó Tom Kitwood, la ACP se da en el contexto de las relaciones . Y es en ellas donde podemos conocer si el servicio u organización tiene en cuenta los derechos de las personas sin tener en cuenta su deterioro cognitivo o situación de dependencia.
Recomendaciones para promover el derecho de autonomía
A continuación, os dejamos una serie de recomendaciones, que ayudan a los profesionales a garantizar el derecho de autonomía dentro de los servicios y organizaciones:
Eliminación de sujeciones físicas y químicas:
Las organizaciones o servicios que aún tienen en cuenta estas medidas por el “bienestar de la persona” no están teniendo en cuenta sus derechos, puesto que prefieren cochartarlas de libertad y de voluntad, frente a su libertad.
Erradicación de la Infantilización y otros tipos de maltrato:
La infantilización es un tipo de maltrato muy aceptado por nuestra sociedad. Es el resultado de nuestra cultura de cuidados paternalista.
Considerar a una persona mayor como un niño , es privarle de su dignidad y con ello privarle de vivir en función de sus valores.
Inclusión de cada persona dentro de su plan de atención y vida:
Que la persona participe de su plan de atención y vida es fundamental, puesto que partimos de la base que cada persona es dueña de su propia vida y tiene derecho a elegir como organizar su estancia o el servicio que va a recibir.
Elecciones en el día a día:
Las pequeñas elecciones a lo largo del día, pueden generar bienestar. De esta forma cada persona vive su día a día en función de sus preferencias personales.
Elecciones como qué ropa ponerse, qué comer, qué actividad hacer o simplemente si hacer o no hacer nada, dan control a cada persona sobre su vida.
Autonomía por representación:
La toma de decisiones por otros, se da en las situaciones en las que una persona no puede tomar una decisión de forma activa , y se deben tomar las decisiones que ésta hubiera tomado.
Se trata de ser altavoces de sus derechos.
Autonomía=Derecho
Como ya hemos indicado en múltiples ocasiones, la autonomía no es todo a no nada, por lo que las personas siempre podrán decidir algún aspecto relevante sobre su vida.
No olvidemos que es un derecho y que como tal no se pierde nunca.
Nuestro estilo de respuesta antes sus demandas, nuestra forma de comunicarnos con ellos, nuestra forma de hablar de ellos, es un indicador de si hemos interiorizado o no la filosofía real de la atención centrada en la persona.
El desarrollo de la autonomía de personas en situación de dependencia conlleva la asunción de ciertos riesgos con la finalidad de lograr su bienestar
