¿ Cómo se sienten las personas a las que estamos valorando o entrevistando?
La entrevista inicial es la entrevista que debe respetar las preferencias y los silencios de las personas mayores. ¿Cómo se sienten las personas que estamos valorando o entrevistando?
Cuando una persona mayor, requiere cuidados, ya sea en casa, en un centro de día o en una residencia, se encuentra, generalmente, en situaciones que probablemente nunca hubiera imaginado encontrarse.
Sea cual sea el recurso al que se dirija la persona mayor y su familia ( centro de día, residencia, o servicio de atención domiciliaria), supone un proceso crucial en su vida, en el que la persona puede sentirse frágil, intimidada e invadida en su vida.
Aceptar que necesita ayuda en algunas tareas, puede ser difícil, por lo que cobra especial relevancia las aptitudes de los profesionales en ese momento.
Estamos de acuerdo, que con la finalidad de garantizar la satisfacción en el cuidado recibido, es fundamental la personalización. Conocer a las personas ayuda a acompañarlas en su proyecto de vida y a garantizar su bienestar desde el área de los cuidados.
Cuanto más y antes conozcamos a las personas, mejor podremos “cuidarlas” ¿No es así?
Pero…¿Cómo se sienten las personas mayores cuando se sitúan frente al “experto”? ¿ Cómo nos sentiríamos nosotros hablando de nuestras “intimidades”? Nos sentiríamos pequeñas, frágiles e invadidas.
Es muy importante fomentar la empatía con la persona a la que queremos conocer, ponernos en su situación.
Estamos de acuerdo en la necesidad de personalizar lo máximo posible los cuidados, pero también es muy importante, no invadir lo más personal de cada persona mayor.
La entrevista inicial debe recoger los datos más relevantes para el diseño inicial de un acompañamiento en el cuidado.
El Derecho a la Intimidad:
Nos hemos encontrado con servicios, que con la finalidad de justificar que su modelo de trabajo es la atención centrada en la persona , se empeñan en realizar, en primera instancia, la historia de vida de la persona.. pero ¿ Y si no nos quieren contar su vida? Tienen derecho a no hacer. Es su privacidad y el derecho a la intimidad.
La atención centrada en la persona considera que las relaciones de cuidados deben ser horizontales, es decir, que debemos considerar a las personas mayores, personas plenas de derecho, sin tener en cuenta su edad o patología.
Teniendo esto en cuenta, debemos respetar el derecho a la intimidad de esa persona y diseñar entrevistas iniciales horizontales.
¿Cómo debe ser una entrevista horizontal?
Para garantizar la entrevista horizontal, en primer lugar, es fundamental , conocer si la persona considera que necesita el apoyo que le va a prestar, y a partir de ahí respetar sus preferencias expuestas y sus silencios.
En segundo lugar, si los apoyos o cuidados son puntuales, es fundamental conocer la información en relación a esas actividades que vamos a apoyar, respetando que la persona no quiera ofrecernos más información sobre su vida.
No debemos No caer en largas entrevistas cuya información recabada no va a servir para el diseño del acompañamiento.
Por último, es fundamental que la persona sea conocedora del apoyo que vamos a prestarle y cómo lo vamos hacer.
En conclusión, la entrevista horizontal debe hacer sentir cómoda a la persona y desarrollarse en un contexto de igualdad y bienestar.
La horizontalidad de las relaciones:
La atención centrada en la persona considera que las relaciones de cuidados deben ser horizontales, es decir, que debemos considerar a las personas mayores, personas plenas de derecho, sin tener en cuenta su edad o patología. Teniendo esto en cuenta, debemos respetar el derecho a la intimidad de esa persona y diseñar entrevistas iniciales horizontales.
La entrevista inicial debe recoger los datos más relevantes para el diseño inicial de un acompañamiento en el cuidado.
